Las izquierdas presentes en el encuentro alternativo de Belém certifican la muerte del neoliberalismo, al que responsabilizan de la crisis mundial
De una forma u otra, los 120.000 activistas llegados de todo el mundo al Foro Social Mundial (FSM) que se celebra en la ciudad brasileña de Belém son de izquierdas. De todas las izquierdas: antiguas y modernas. Unas izquierdas sin horizontes en las que se dan cita viejos leninistas, nuevos ecologistas, anarquistas con banderas negras, curas progresistas e incluso asociaciones de prostitutas. Muchas izquierdas con una sola pregunta: ¿qué hacer con el capitalismo? Y una novedad: por primera vez, ninguna de esas izquierdas ha quemado banderas estadounidenses, como ocurría en ediciones anteriores a este encuentro, concebido como alternativa al Foro Económico Mundial de Davos (Suiza). El que ahora se desarrolla en Belém, que en años previos parecía agonizar víctima de la euforia neoliberal de un mundo cada vez más rico, ha resucitado con fuerza gracias a la crisis financiera mundial, que ha cambiado el reparto de la baraja.
jueves, 29 de enero de 2009
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